Del triunfo al golpe

Del triunfo al golpe

Del triunfo al golpe



Francisco Martín Moreno
en REFORMA

14 Dic. 2021

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3 min 30 seg


"Quien no es de izquierda
a los 20 años no tiene corazón,
pero quien a los 40 lo sigue
siendo, no tiene cerebro"
 
Winston Churchill
 
 
Salvador Allende intentó en 4 ocasiones y después de 30 años de intensa vida política, llegar a ser presidente de Chile, objetivo que finalmente logró, para su desgracia y la de su país, en 1970. Por primera vez en la historia, un político socialista de extracción marxista llegaba al poder por medio de un indiscutible triunfo en las urnas. El Congreso chileno ratificó la elección con 153 votos a favor y 35 en contra de Jorge Alessandri. Sin embargo, el 11 de septiembre de 1973 Allende fue derrocado por un golpe de Estado encabezado por un militar, el general Augusto Pinochet, nombrado el 23 de agosto de ese mismo año, o sea, 3 semanas antes, como comandante en Jefe del Ejército de Chile. Rodeado de sus más leales colaboradores y familiares, Allende hizo saber que moriría "en el lugar donde lo había puesto el pueblo...". Cumplió su palabra. Se suicidó antes de ser arrestado por los tres Ejércitos de las Fuerzas Armadas chilenas.

Allende, quien a la muerte de Stalin se había deshecho en loas al difunto criminal soviético, nacionalizó los activos norteamericanos de la ITT, las minas de cobre de la Kennecott, la subsidiaria de la Standard oil sin compensación alguna. Allende, quien en 1965 ya se había definido como "marxista-leninista" y habló de "descartar la vía electoral como método para alcanzar el poder", expropió grandes latifundios y negocios agrícolas, redujo los salarios en la administración pública, subió el sueldo a los sectores más desfavorecidos, aumentó las pensiones, dañó el poder adquisitivo de los trabajadores, a quienes supuestamente deseaba proteger; desplomó el crecimiento, cayó en recesión, debilitó a la economía ante la descontrolada inflación que alcanzó un 323% entre julio del 72 y julio del 73; congeló los precios de las mercancías, disparó el importe de los salarios, polarizó a la sociedad y aumentó la base monetaria en 264%... Los ingresos tributarios cayeron en relación al PIB. La balanza comercial pasó de un superávit de 246 millones a un déficit de 73 millones, agotó la mayor parte de sus reservas de divisas y acabó la capacidad para conseguir ingresos de divisas.

La falta de crédito impidió el suministro de repuestos lo que contribuyó al malestar de los camioneros, cuyas huelgas detonaron una cadena de acontecimientos que, en un entorno de catastrófica inflación, desplome de la inversión en el sector privado, y una deliberada polarización de clases, conducirían al desastre.

El sector privado dejó de invertir, en tanto el gobierno se oponía a devaluar el escudo. En 1971 Chile ya no recibiría préstamos ni garantías. El mercado negro se disparó como única forma de escapar del desabastecimiento. En 3 años Allende violó en incontables ocasiones la Constitución chilena, incrementó los conflictos de carácter político hasta alcanzar el centenar de muertos, enfrentó a su gobierno con los poderes Legislativo y Judicial hasta encontrarse en un callejón sin salida.

La Casa Blanca quiso organizar un golpe de Estado, pero los militares se negaron a hacerlo al principio. Más tarde lo derrocarían: "Si Allende puede demostrar que puede establecer una política marxista antiamericana, otros harán lo mismo", expresó Nixon. Kissinger había advertido que "Chile podría terminar siendo el peor fracaso de nuestra Administración, 'nuestra Cuba' en 1972". Había entonces que desbancarlo por medio de medidas descaradamente intervencionistas.

¿Se puede culpar de todos los problemas chilenos a la Casa Blanca, olvidando que Allende ignoró los principios más elementales de racionalidad económica?

Allende no sobornó ni compró al Ejército, pero sí dañó el poder adquisitivo de los trabajadores, desplomó el crecimiento, cayó en recesión, debilitó la economía al imprimir irresponsablemente masa monetaria, entre otras razones; disparó la inflación, polarizó a la sociedad, desplomó los ingresos públicos, desquició la balanza comercial, agotó las reservas de divisas y destruyó la capacidad para conseguir ingresos de divisas. El pueblo que tanto quiso y tanto lastimó se lo cobraría en el corto plazo...

 
@fmartinmoreno